La religión es
inherente al ser humano, desde épocas inmemorables éste se ha visto en la
necesidad de creer en un ser supremo e incluso en un grupo de éstos y ello ha
conllevado al nacimiento de las religiones como tales, entendiendo religión tal
y como la define la RAE, como el conjunto de creencias o dogmas acerca de la
divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales
para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la
oración y el sacrificio para darle culto.
Ahora bien, cada
una de éstas cuenta con su libro sagrado, el que compila las anécdotas, crónicas,
leyes, mandamientos, en fin, un sinnúmero de hechos y lineamientos que
refuerzan y explican el porqué de su fe.
Dentro de la
interminable lista de libros sagrados que podríamos mencionar, la Biblia
Cristiana es, sin lugar a dudas, el más conocido y reconocido, y claro, tal y
como lo tratamos en el artículo “Las Adaptaciones en el Cine”,
el séptimo arte a través de toda su historia no ha perdido la oportunidad de inspirarse
en libros, sin ser la Biblia una excepción, más aún si tomamos en consideración
que la Biblia más que un libro, es un compilado de libros, de historias, si se
quiere, fantásticas, sorprendentes, en las cuáles se ha encontrado mucho
material que llevar a la pantalla.
Me permito citar
el blog Mancha de Tinta, del que desafortunadamente desconozco el autor “A la
gente le gustan las historias, sobre todo si estás poseen algún tipo de
correspondencia con la realidad (el nombrado: “basado en hechos reales”). Desde
que existe el ser humano, éste ha usado las anécdotas y crónicas de eventos
verídicos para entretener a sus semejantes, éstos a su vez, agradecen que se
les relaten sucesos de los que no experimentaron de primera mano. Sin embargo,
los amantes de la fidelidad no están tan de acuerdo con dicha práctica, pues
carece de rigor histórico”.
Bajo esta
premisa, el ser humano, en especial aquellos cuya fe reside y haya sus
principios en la Biblia, han encontrado en el cine bíblico una fuente de
relatos ilustrados, personificados, que les llevan a la retina aquello que
usualmente solo encuentran en letras o en palabras, pero los historiadores y
los amantes del cine como tal, también han hallado en el cine bíblico, un
manantial interminable de obras, en ocasiones muy bien adaptadas, a veces con gran
precisión histórica y en otras ocasiones, magníficas historias pero con dudable
veracidad si nos apegamos a la ciencia histórica.
¿Es el cine
bíblico, por su naturaleza, más apegado a la historia que los demás géneros
cinematográficos? O por el contrario con la finalidad de reforzar la fe, ¿será
el cine bíblico un género cuya fidelidad histórica está particularmente
distorsionada para no evidenciar incongruencias?
Pues es sencillo
y quizás ya lo suponían, el cine bíblico tiene tantos aciertos históricos y
científicos como cualquier otro género cinematográfico, concebido como un arte
creado para entretener, el cine se permite licencias en las que hay
alteraciones temporales, históricas y contextuales, en ocasiones necesarias
para cumplir con la finalidad de lograr exposición, apreciación e incluso
aceptación por cierto público.
Lo que se tiene
claro es que, por diversas razones, el cine bíblico es polémico, es inherente a
éste la crítica, más destructiva que constructiva, los fieles y asiduos
defensores de las “lecturas sagradas” señalan a los directores que se atreven a
filmar estas películas, por desaciertos o divorcios entre la biblia y el guion,
porque en ocasiones muestran rostros más humanos de seres catalogados divinos,
con pensamientos tales como el suyo y el mío, con dudas y convicciones
diversas, de hecho es común que muchas de estas historias se modernicen para
adaptarlas un poco más a nuestra realidad contemporánea.
Tal y como
señala el reconocido y por demás polémico director estadounidense Darren
Aronofsky, cuando habla respecto al cine bíblico como muestra de la eterna
lucha entre el bien y el mal, al hacer alusión a su más reciente producción
Noah (2014), menciona “esta lucha es la historia de la humanidad desde el
principio de los tiempos. Está claro que hay algo que nos diferencia del resto
de los animales. En el paraíso terrenal existían el árbol de la vida y el árbol
del conocimiento, pero después del pecado original cometido por Adán y Eva, sus
hijos heredaron ese pecado y empezaron a matarse entre ellos. Mi hijo de 7 años
no para de preguntarse por qué el hombre es el único animal capaz de matar a
los de su propia especie; los otros pelean por defender su territorio pero no
se matan, quizá algún simio lo haga, pero es raro. En el caso de Noé, la Biblia
no dice que fuera bueno, sino que era justo y hacía lo que era mejor para
todos. Es como un padre que por ser tan estricto puede acabar con lo mejor de
su hijo o, al contrario, por consentirle demasiado puede llegar a destruirlo y
de eso es de lo que trata la historia de Noé”.
Y pues claro, el
cine bíblico, resulta tener una cantidad enorme de asiduos seguidores, éste lo
vemos cíclicamente y hay quienes, cuáles fanáticos futboleros, le idolatran y
defienden, lo épico que lo rodea es sin dudas atrayente y cautivante, desde la
más reciente Noah (Aronosfsky, 2014), hasta clásicos como el aclamado Ben Hur
(Wyler, 1959) o la polémica y hasta tildada de anti-semita The Passion of the
Christ (Gibson, 2004), se halla un cine algo pasional, muy cargado de emociones
y reafirmantes de la fe, claro, si quisiéramos entrar en polémica deberíamos
traer a este postulado a Martin Scorsese con su obra de 1988, The Last
Temptation of Christ, que muestra a un Cristo cargado de dudas, frágil, un
Cristo muy humano tentado e imaginando que sería de él si no siguiese la
directriz que le fue dada.
De igual forma,
encontramos obras basadas en ambos testamentos, más aún si se considera que la mayoría
de los libros que corresponden al período denominado "Antiguo Testamento"
y que fueron recopilados en los largos años de cautividad del pueblo hebreo en
Babilonia y Egipto y corresponden a períodos históricos de esos pueblos que van
desde más allá del año 700 a.C. hasta el regreso del último exilio y la
conquista violenta de la región de la Palestina; estos libros fueron recogidos
y escritos por sacerdotes y escribas hebreos generalmente escritos en idioma
arameo y persa.
Los libros que corresponden al período del Nuevo Testamento corresponden a la época de la dominación romana o sea al año 50 d.C.
Los libros que corresponden al período del Nuevo Testamento corresponden a la época de la dominación romana o sea al año 50 d.C.
La Biblia por lo
tanto no fue "inventada" ni "escrita" o "creada"
en una determinada época porque abarca un largo período de tiempo de más de mil
años. Por lo anterior, no tiene un contexto histórico definido y referido
a una época y como no es un libro histórico no sirve como referencia bibliográfica,
lo mismo habla de un suceso definido, un mito y el siguiente libro recoge una
tradición oral plasmada o escrita fuera del contexto histórico en que ocurrió
el hecho.
Muchos de los personajes
antiguos han sido puestos en duda porque no hay pruebas históricas de su
existencia e inclusive personajes claves como Jesús el profeta de Galilea solo
han sido mencionados por un historiador (Flavio Josefo) en unos renglones y
dentro de un contexto histórico referido a toda una época.
Es así que, el
cine bíblico, inspirado en esta literatura, se ha visto plagado de grandes
esfuerzos por ambientar las historias en un contexto histórico adecuado, pero
esto se basa al fin y al cabo en suposiciones de los estudiosos que lo ubican
en determinadas épocas, lo que le confiere el carácter o más bien, la riqueza
histórica por dichos análisis y estudios y no tanto por sus libros como tales.
Les dejo algunas
películas bíblicas que merece la pena ver:
Ben Hur de William Wyler (USA, 1959)
La acción se
desarrolla durante el Imperio Romano de los emperadores Augusto y Tiberio. Judá
Ben-Hur (Charlton Heston), hijo de una familia noble de Jerusalén, y Mesala
(Stephen Boyd), tribuno romano que dirige los ejércitos de ocupación, son dos
antiguos amigos, pero un accidente involuntario los convierte en enemigos
irreconciliables: Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del nuevo
gobernador romano, y Mesala lo encarcela a él y a su familia. Cuando Ben-Hur es
trasladado a galeras para cumplir su condena, un hombre llamado Jesús de
Nazaret se apiada de él y le da de beber. Una vez a bordo, gracias a su
amistosa relación con el comandante de la nave (Jack Hawkins) recupera la
libertad. Más tarde, entrará en contacto con un jeque árabe (Hugh Griffith) que
participa con sus magníficos caballos en las carreras de carros del circo.
(FILMAFFINITY).
The Last Temptation of Christ (La Última Tentación de
Cristo) de Martin Scorsese (USA, 1988)
Jesús, un
carpintero de Nazaret, decide atender la constante llamada de Dios. Pero cuando
está a punto de completar su misión, debe hacer frente a la mayor de las
tentaciones y realizar un sacrificio para salvar a todos los hombres.
(FILMAFFINITY).
The Ten Commandments (Los Diez Mandamientos) de Cecil
B. DeMille (USA, 1956)
Antiguo Egipto.
Espectacular superproducción que narra la historia de Moisés (Charlton Heston),
favorito de la familia del faraón, que decide renunciar a su vida de
privilegios para conducir a su pueblo, los hebreos, hacia la libertad. Drama
bíblico con un deslumbrante reparto de estrellas de Hollywood. Obtuvo siete
nominaciones a los Óscar -incluyendo mejor película- y se llevó el más obvio:
el de los mejores efectos especiales. (FILMAFFINITY).
The Passion of the Christ (La Pasión de Cristo) de Mel
Gibson (USA, 2004)
Año 30 de
nuestra era. En la provincia romana de Judea, un misterioso carpintero llamado
Jesús de Nazareth comienza a anunciar la llegada del "reino de Dios"
y se rodea de un grupo de humildes pescadores: los Apóstoles. Durante siglos,
el pueblo judío había esperado la llegada del Mesías - personaje providencial
que liberaría su sagrada patria e instauraría un nuevo orden basado en la
justicia-. Las enseñanzas de Jesús atraen a una gran multitud de seguidores que
lo reconocen como el Mesías. Alarmado por la situación, el Sanedrín, con la
ayuda de Judas Iscariote, uno de los doce Apóstoles, arresta a Jesús. Acusado
de traición a Roma, Cristo es entregado a Poncio Pilato, quien, para evitar un
motín, lo condena a a morir en la cruz como un vulgar criminal. (FILMAFFINITY).
Spartacus (Espartaco) de Stanley Kubrick (Reino Unido,
1960)
Espartaco era un
esclavo tracio que fue vendido como gladiador a Léntulo Batiato. En Italia
promovió y dirigió la rebelión de los esclavos (73-71 a. C.) contra la
República romana. A medida que recorrían el país, innumerables esclavos se iban
sumando a la rebelión. Espartaco intentará llegar con su ejército al sur de
Italia para embarcarse con rumbo a sus hogares. (FILMAFFINITY).
The Robe (La Túnica Sagrada) de Henry Koster (USA,
1953)
Siglo I d.C. En
la Roma de Tiberio, el joven y noble Marcelo Galio encuentra en una subasta de
esclavos a la bella Diana, enamorada de él desde que eran niños, y ahora pupila
del emperador. Marcelo se enfrenta en una violenta puja con Calígula, hijo y
sucesor de Tiberio, y consigue quitarle al esclavo griego Demetrio. Enterado el
emperador de la disputa, castiga a Marcelo enviándolo a Palestina en calidad de
tribuno. Cuando llega, Poncio Pilato acaba de condenar a Cristo a morir en la
cruz. (FILMAFFINITY).
Monty Python's The Life of Brian (La Vida de
Brian) de Terry Jones (Reino Unido, 1979)
Brian nace en un
pesebre de Belén el mismo día que Jesucristo. Un cúmulo de desgraciados y
tronchantes equívocos le harán llevar una vida paralela a la del verdadero Hijo
de Dios. Sus pocas luces y el ambiente de decadencia y caos absoluto en que se
haya sumergida la Galilea de aquellos días, le harán vivir en manos de su
madre, de una feminista revolucionaria y del mismísimo Poncio Pilatos, su
propia versión del calvario. (FILMAFFINITY).
Quo Vadis de Mervyn LeRoy (USA, 1951)
Cuando regresa
victoriosamente a Roma, después de tres años en el campo de batalla, el general
Marco Vinicio se enamora de Ligia. Pero ella es cristiana y sus creencias le
impiden enamorarse de un guerrero. Aunque fue adoptada por un general retirado,
jurídicamente es un rehén de Roma, de modo que Marco consigue sin dificultad
que el emperador Nerón se la ceda en pago por sus servicios. (FILMAFFINITY).
Samson and Delilah (Sansón y Dalila) de Cecil
B. DeMille (USA, 1949)
Adaptación del
famoso relato bíblico del forzudo Sansón y la bella Dalila, ambientado en la
Palestina del año 1000 a.C. (FILMAFFINITY).
Jesus Christ Superstar (Jesucristo
Superestrella) de Norman Jewison (USA, 1973)
Famoso musical
de rock, basado en una exitosa obra de Broadway, que relata la historia de
Jesús de Nazaret por medio de canciones. Se vendieron millones de discos de su
banda sonora en todo el mundo. (FILMAFFINITY).Marcelino Pan y Vino de Ladislao Vajda (España, 1954)
Siglo XIX, después de una larga guerra un bebé es abandonado a la puerta de un convento de frailes franciscanos que intentan, sin éxito, buscarle una familia. Pasan los años y aunque el niño vive feliz entre los monjes, no puede dejar de añorar a su madre. Marcelino se hace amigo de un Cristo crucificado que hay en el desván del convento: habla con él y le sube de la cocina pan, vino y otros víveres que puede encontrar (FILMAFFINITY).
1 comentarios:
El cine bíblico es una forma poderosa de explorar y representar relatos sagrados, pero la fidelidad histórica puede ser una preocupación secundaria frente a la narrativa religiosa y la dramatización. Aunque algunas películas buscan ser precisas y educativas, otras priorizan la interpretación artística y la conexión emocional con el espectador. El desafío para los cineastas es equilibrar el respeto por las tradiciones religiosas con el deseo de crear una experiencia cinematográfica convincente y entretenida. La crítica y la discusión sobre estas películas pueden ofrecer una visión valiosa sobre cómo el cine maneja la historia y la fe.
Publicar un comentario